El paso invicto del equipo en el inicio del Bicentenario 2010, con dos victorias y un empate, no debe distraer a los jugadores del Querétaro, pidió hoy el estratega del conjunto, el chileno Carlos Reinoso.
El arranque positivo de Gallos Blancos ha generado que asciendan hasta la décimotercera posición en la tabla de cocientes por el no descenso, en contraparte con el bajo desempeño de su rival más directo en esta lucha, Ciudad Juárez, que lleva apenas dos empates para seguir en el sótano de dicha clasificación.
«Todavía falta muchísimo, el que se confía en esto termina llorando. Somos un grupo muy consciente de lo que nos estamos jugando, tenemos una gran afición y directivos de 10, tenemos un plantel de hombres que están dispuestos a luchar con cualquier equipo en cualquier cancha».
Con el inspirado Guadalajara como su próximo rival, encuentro donde además de que se jugará el liderato del grupo Uno y de la clasificación general, se cumplirán los 25 años del estadio Corregidora, escenario sede de Gallos Blancos como un motivo más de fiesta, pero no deben distraerse de su meta de la salvación.
«Para salvarnos del problema que tenemos, 18 puntos serían lo ideal, pero el equipo está bien, está para jugar en cualquier cancha contra cualquier equipo de la misma manera en que ya lo hemos venido haciendo», manifestó el timonel.
Deben en especial aprovechar su condición de local, no tanto porque el triunfo represente llegar hasta el primer sitio general y de su escuadrón, además de acercarse al objetivo de alcanzar la permanencia en el máximo circuito, reforzarán la meta de hacer infranqueable su casa.
«Para eso jugamos (pelear los primeros lugares), se los dije a los muchachos que más que pensar por el superliderato tenemos que pensar en sumar de a tres, más si jugamos en casa, así sea el mejor equipo que está jugando en este momento, en casa, tenemos que ganar».
Aunque Chivas ha llamado la atención por su futbol vertiginoso al ataque, aseveró que con el orden defensivo que ha aplicado al conjunto emplumado no será sencillo de superar.
«Para eso trabajamos, no se les olvide que cuando yo llegue aquí estábamos en un pozo, éramos el cheque al portador y ahora yo considero que los equipos que se enfrentan a nosotros saben que no lo somos más, sino que somos un equipo que se entrega los 90 minutos. Nos podrán terminar ganando algún partido en el torneo, pero les va a costar muchísimo».